Texto: Iñaki Gavín / Fotos: Nacho Trueba
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El nuevo Bosch performance Line CX Race es un exclusivo motor enfocado a la competición que gracias al nuevo modo Race ofrece rendimiento y sensaciones hasta ahora desconocidas en el mundo de las eBikes. Un motor diseñado para marcar diferencias, adrenalina es estado puro.
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Quien lo iba a decir hace tan solo unos años, las eBikes ya no son el futuro, sino una realidad que va camino de convertirse en mayoría. Si no lo crees echa un ojo a las cifras de ventas totales en los últimos años y comprueba el porcentaje que representan las eBikes para la mayoría de las marcas punteras.
A día de hoy, salvo disciplinas muy minoritarias, no hay categoría o segmento de bicis que se haya librado de la “electrificación”. En la actualidad son muchos los fabricantes de motores que ofrecen productos de calidad, con diferentes tamaños, potencia, peso y autonomía. Sin embargo, si hay una marca pionera que ha marcado y liderado el desarrollo y la evolución de los motores para eBikes desde hace más de 14 años hasta llegar a los actuales propulsores esa es la compañía alemana Bosch eBike System.
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Desde 2014, año en que lanzaron la primera versión del Performance Line CX, su primer motor específico para mountain bike que tuve el placer de probar en Les Gets en verano del 2015, este no ha parado de evolucionar. Ha ido reduciendo su tamaño y su peso y aumentando progresivamente su potencia y la autonomía, se ha optimizado la gestión de la batería, la asistencia máxima y sobre todo la electrónica y los parámetros que deciden la manera de entregar esa potencia.
En los últimos años con la aparición del modo eMTB en 2018, la llegada del Performance Line CX de cuarta generación, el ecosistema Smart System (2021) y recientemente las opciones de configuración y conectividad que ha hecho posible la aplicación eBike Flow han vuelto a colocar al gigante alemán a la cabeza de la innovación en el competitivo mundo de los propulsores para eBikes. Y por si todo esto fuera poco a finales del año pasado Bosch presenta el Performance Line CX Race enfocado a la competición y a un público racing y de nivel alto.
Se podría decir que el CX Race no es un motor nuevo, sino una versión de alto rendimiento y máximas prestaciones en relación al Performance Line CX con el objetivo puesto en la competición. Como dice Claus Fleischer, CEO de Bosch eBike System, todo lo que debes saber de este motor está en su nombre. Exteriormente el CX Race mantiene el volumen y la línea del CX normal así como los anclajes al cuadro estándar, por lo que las marcas pueden elegir si montar esta versión o no sin tener que fabricar un cuadro específico para la ocasión.
La carcasa exterior está fabricada en magnesio, de ahí su color gris, con lo que se ha rebajado en 150 gramos el peso final quedando en 2.750 g. Pero lo verdaderamente novedoso lo vamos a encontrar en el interior ya que este motor incorpora un nuevo modo de asistencia, el modo Race, con el que tendremos una asistencia máxima del 400% (340% en modo Turbo) desde el primer momento y de manera constante hasta que alcancemos la velocidad de corte o cambiemos de modo.
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Al ser un motor enfocado al rendimiento el CX Race es capaz de seguir empujando por encima de las 120 ppm, algo que el CX estándar no puede hacer. En cuanto a cifras se refiere el CX Race mantiene los 85 Nm de par máximo y los 25 km/h de corte de asistencia de la versión normal y es compatible con las baterías PowerTube de 625 Wh y de 750 Wh.
Un motor más potente que empuja hasta un régimen de cadencia mayor es siempre un avance, pero las mejoras deben ir en todos los sentidos. La Orbea Wild con la que he corrido Trans Nomad incorpora el nuevo display denominado Controller System que va perfectamente integrado en el tubo horizontal. Desde este Controller System haremos el encendido/apagado de la bici y gracias al código de colores de led sabremos de manera rápida y fácil el modo de asistencia en el que estamos pedaleando o cuanta batería nos queda. En caso de caída, rotura o fallo del pulsador del manillar desde el Controller System podremos cambiar de modo de asistencia y no quedarnos colgados en mitad de la ruta.
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El Mini Remote, es el nuevo y compacto pulsador inalámbrico (Bluetooth) que junto al Controller System son varios de los componentes del ecosistema Smart System. El nuevo mando es cómodo y fácil de accionar y su diseño hace que quede perfectamente integrado en el manillar, sin duda un gran paso adelante si lo comparamos con el anterior pulsador más voluminoso y menos ergonómico.
La primera vez que probé el nuevo Performance Line CX Race fue a finales del año pasado durante la presentación de la Orbea Wild. Como es normal durante los dos días y medio del Press Camp estuve más centrado en el rendimiento y las sensaciones de la bici que en analizar en profundidad el comportamiento del Performance Line CX Race.
A pesar de eso, recuerdo perfectamente que el CX Race de la Wild me dejó impresionado por sus prestaciones y por la contundente entrega de potencia del modo Race. Este verano surgió la posibilidad de probar el Bosch Performance Line CX Race sobre una Orbea Wild en Trans Nomad. Una oportunidad así no ocurre todos los días. Trans Nomad es una carrera exigente y muy agresiva que pone al límite a la bici, al motor y también al piloto, era una idea demasiado tentadora como para decir que no.
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Para bien o para mal, en Trans Nomad, lo primero que tienes que hacer nada más empezar el día es subir, y casi siempre suelen ser subidas exigentes. Tanto en modos de asistencia bajos, como en modo eMTB, en el que el motor asiste desde un 140% hasta un 340%, el motor mantiene el mismo carácter progresivo y de ayuda natural que el Performance Line CX.
Cuando la cosa se complica llega la hora de utilizar el modo turbo, en ese momento el motor asiste hasta un máximo del 340% de tu pedalada con una asistencia más directa y contundente, hasta ahí todo bien.
En ese momento aprietas el pulsador y pasas al modo Race y no lo vas a creer, el motor empuja sin parar hasta un 400% de tu pedalada (un 60% más que en modo Turbo) independientemente de tu cadencia y de manera continua. La primera vez que experimentas ese tirón de potencia es una ruptura de esquemas, es como si vas por la autopista y de repente descubres que tu coche tiene una marcha más. En la actualidad no existe un motor con estas prestaciones.
En subidas poco técnicas en las que lo importante es la potencia el CX Race impone su ley y marca diferencia con cualquier otro motor incluido el CX estándar. En subidas en las que tienes que pedalear a cadencias altas también vas a jugar con ventaja ya que el Race sigue empujando por encima de las 120 ppm cuando otros motores a esas cadencias se quedan planos y dejan de asistir más. Está claro que este motor te hace más rápido subiendo pero también te va a exigir más técnica y control.
El modo Race está diseñado para rendir al máximo en la alta competición, en concreto para ser imbatible en las “power stage” que son esas especiales en subida que hay en las EWS-E (Enduro World Series eléctricas). Con esto quiero decir que no es un motor para todo el mundo, o al menos el modo Race no es un motor que sea siempre útil para el 100% de los usuarios. En este tipo de situaciones es donde más va a influir tu nivel técnico si realmente quieres sacarle partido al modo Race.
Imagina una trialera con curvas cerradas, escalones y secciones técnicas en las que hay que ser fino y tener mucha decisión. El modo Race está diseñado para darlo todo “sin anestesia”, es decir, toda la potencia de golpe y en el menor tiempo posible. Por tanto si no eres un rider experto y no tienes las cosas claras de repente te vas a encontrar subiendo en mitad de una trialera a una velocidad que no es la tuya con escalones, raíces y curvas en las que hay que colocar la bici, imagino que ya sabes lo que va a pasar…
El motor tiene tanta pegada que incluso algunos corredores reconocen que en ocasiones concretas y en zonas muy técnicas tienen que ir modulando la velocidad y el empuje con el freno trasero para no salirse de la trazada.
En 2020 Bosch presentó una nueva tecnología denominada Extended Boost. ¿Y en que consiste? el Extended Boost es ese fragmento de tiempo en el que el motor sigue empujando una ves que has dejado de pedalear. Esta asistencia está limitada por el tiempo o por la distancia, el parámetro que antes llegue, que normalmente suele ser la distancia. En el modo Race el Extended Boost se ha duplicado con respecto al resto de los modos, de tal forma que podrás tener 4 metros de avance aproximadamente en comparación los 2 metros aproximados que tienen los demás modos.
Para que se entienda bien, en el modo Race el motor entrega toda la potencia sin necesidad de realizar la pedalada completa, es decir, con los típicos golpes de pedal el motor ya asiste al 400% de tu pedalada. En mi opinión estamos ante uno de los avances que más diferencian a este motor frente a todos los demás ya que adaptando tu conducción a esta nueva manera de empujar podrás superar obstáculos, subir escalones impensables o pasar por zonas muy técnicas y estrechas con tan solo hacer un cuarto de giro de tus bielas y sin perder la posición de control. Olvídate de volver a dar con las bielas en el suelo o contra una piedra. Eso si, a menos que hayas sido endurero o trialero de moto necesitarás un tiempo de aprendizaje hasta que te acostumbres a manejar con soltura esas inercias.
Y aquí vuelvo a insistir en lo mismo de antes, la potencia sin control no sirve de nada, si tu nivel subiendo no es tu mejor cualidad como rider este modo no te va ayudar y es mejor que las hagas en modo turbo o en eMTB. Para competición, o riders con nivel, las posibilidades que se abren con el Extended Boost son infinitas, es una auténtica pasada remontar senderos que pensaba que eran imposible, con adaptación podrás hacer cosas que nunca imaginaste. Durante la Trans Nomad el Extended Boost me ahorró muchos momentos de empujar en los que con el modo turbo del CX o con otro motor hubiera tenido que echar pie a tierra sin posibilidad de poder seguir pedaleando.
Otra de las novedades que ofrece el nuevo Performance Line CX Race es el modo Hill Hold que no es otra cosa que una ayuda inteligente que evita que la bici se nos vaya hacia atrás cuando vamos empujándola en terreno escarpado con mucha pendiente o en pasos complicados. Hay que aclarar que este modo solo va a funcionar cuando tengamos activado el Walk Assist.
Como te puedes imaginar en Trans Nomad esta útil función me ha salvado la vida y me ha facilitado muchísimo esos interminables tramos en los que hay que empujar la bici por laderas de hierba y te tienes que para a descansar o cambiar de posición y te puedes apoyar en la bici sin que esta se mueva. Pero donde realmente me ha parecido útil es en curvas muy cerradas y con mucha inclinación en las que hay que maniobrar, ya que al estar “bloqueada” la rueda trasera puedes levantar la delantera y colocar la bici donde quieras y seguir empujando. Es un modo súper práctico y que realmente te ahorra mucho esfuerzo.
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La Orbea Wild que he utilizado para Trans Nomad montaba la batería PowerTube de 625 Wh, más ligera y compacta que la de 750 Wh que pesa 4.400 g. Con esta batería tienes autonomía para perderte por la montaña durante un día completo; al final es una decisión personal, si prefieres la grande lo tienes fácil. Si la de 750 Wh aún te sigue pareciendo “poco” tienes la opción de adquirir el range extender PowerMore de 250 Wh que se instala en el tubo principal.
Según Bosch, el modo Race no tiene porque consumir más que el Turbo, no he tenido la oportunidad (ni las herramientas) para poder comprobarlo. Con respecto a los modos de asistencia decir que el CX Race sigue teniendo cuatro, por tanto lo normal será “anular” el modo Eco y pasar a utilizar el Tour+ como modo de asistencia más bajo. El Tour+ podría ser un equivalente al Eco pero que adapta la asistencia en función del torque que aplicamos a los pedales pero sin límite de ayuda, algo que si tiene el modo Eco. De todas formas a través de la app eBike Flow podrás configurar todos los parámetros de cada modo de asistencia y dejar la respuesta del motor a tu gusto y estilo de conducción.
Un modo de asistencia tan salvaje como el Race aporta mucha diversión a la conducción y te cambia los esquemas, pero al mismo tiempo hay que ser consciente que tanta potencia durante tanto tiempo aumenta el “castigo” y el desgaste de los elementos de la transmisión. No he podido hacer una prueba de larga duración pero todo me hace pensar que la cadena o el casete tendrán una vida útil inferior que con un motor CX estándar.
El Performance Line CX Race es una edición limitada que solo va a estar disponible para algunas marcas y en montajes de gama alta. Tampoco se va a vender por separado. Si eres uno de los afortunados que tiene este motor y el modo Race te parece excesivo o apenas lo utilizas podrás convertirlo en un CX normal a través de la aplicación eBike Flow exclusiva de Bosch o visitando un servicio técnico oficial Bosch.
Antes de tomar la decisión es conveniente tener algunas cosas claras para después no sentirse decepcionado o pensar que el motor no es bueno. Como ya he dicho antes, el CX Race es un pura sangre que entrega toda la potencia sin concesiones, por tanto hay que pasar ese periodo de adaptación, saber montar muy bien y tener recursos de pilotaje y las cosas claras ya que a veces ese exceso de potencia hace la bici más difícil de controlar.
Para sacar provecho al Extended Boost tendrás que desarrollar una técnica especifica ya que requiere encarar los obstáculos de manera diferente a como lo habías hecho hasta ahora, una vez que has “interiorizado” su funcionamiento es una gozada. Después de vivir durante más de 5 meses en el “mundo” CX Race se hace duro volver a la realidad, cuando pasas al modo Turbo de un motor normal te da la sensación de que te falta algo.
La primera vez que metes el modo Race alucinas, se te escapa una sonrisa y piensas que anda mucho, quizá demasiado. Con el tiempo te acostumbras, empiezas a conocer sus reacciones y acabas totalmente enganchado a su manera de funcionar. El Bosch Performance Line CX juega en otra liga en términos de aceleración y entrega inmediata de potencia.
Aunque es un motor de “carreras”, a menos que tu nivel técnico sea muy bajo, con tiempo y maña acabarás haciéndote a el, incluso bien utilizado seguro que consigues mejorar tu técnica. En la actualidad ni hay competencia ni existe ningún otro producto con el que compararlo. Así que si buscas algo nuevo, de calidad contrastada y tienes el nivel técnico y económico para poder tenerlo no sé a que estas esperando para disfrutarlo.
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