Cómo arruinar tu cuadro en 10 minutos (¡y sin necesidad de caerte!)
El cuadro es la base de toda mountain bike. Bueno, en realidad, de cualquier tipo de bici. Que se rompa o se te dañe un componente, puede doler mucho al alma y al bolsillo, pero quedarte sin cuadro o hacer que este sufra las consecuencias de un mal uso, llega mucho más al corazón de lo que puede parecer. En MTBpro hemos querido seleccionar unas cuantas acciones que pueden acabar con tu cuadro de manera temporal, estética o para siempre…
El par de apriete adecuado
El primero de los puntos clave, sobre todo si tienes un cuadro de carbono, pero aplicable a todo tipo de materiales. Los pares de apriete están para algo y hay que respetarlos. Olvídate de apretar ‘a ojo’ pensando que tienes una llave dinamométrica por mano derecha. Cierre de sillín, potencia, tapa del manillar, ejes pasantes de las ruedas, bielas y tornillería en los puntos de giro de la suspensión, son algunos de los puntos más importantes a apretar siempre con la llave dinamométrica.
Hoy en día, casi todas las marcas, tienen grabado en estos puntos, el par de apriete necesario. Por suerte, las llaves dinamométricas tienen unos precios bastante contenidos y suelen venir con cabezas intercambiables para las principales medidas de tornillos. Pasarte con los pares de apriete pueden derivar en roturas del carbono que no sean perceptibles desde el exterior, o directamente a roturas externas visibles.
Mucho ojo con las roscas
Si vas a roscar algún componente de tu cuadro, asegúrate que la rosca está limpia, engrasada siempre y cuando lo necesite y por supuesto, que lo estás roscando en línea recta y en la dirección de giro adecuada. Las roscas del eje de pedalier y las roscas de los ejes pasantes de las ruedas, son quizá las más importantes, porque incluso alguna de ellas, como la del triangulo trasero en cuadros de carbono, puedes tener las roscas en el propio carbono sin casquillo de aluminio de por medio como pasa en los ejes de pedalier.
Revisa la dirección de giro (sobre todo en el pedalier), engrasa todo lo que puedas, limpia bien las roscas si son componentes usados y rosca con suavidad. Si estás roscando y se endurece notablemente, puede ser por el propio pegamento que viene en algunas roscas, o que lo estés roscando torcido y las roscas se están empezando a dañar. El mejor consejo es paciencia, grasa y mucha precaución.
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El Press-Fit y la presión adecuada
Los ejes de pedalier tipo Press-Fit, o con rodamientos directos, no llevan roscas, pero al ir a presión directamente sobre el cuadro, puede hacer que te pases de presión y llegues a escuchar un ‘crack’ que preferirías no haber escuchado… Engrasa todo lo que puedas, asegúrate de que las cazoletas, rodamientos o ambos están entrando en línea recta y no uses en la medida de lo posible, martillo u otros métodos más agresivos. Las herramientas para introducir cazoletas y rodamientos en el pedalier o en los puntos de giro, funcionan muy bien, pero si te pasas aprentando, puede que rompas el cuadro de manera irremediable.
Es recomendable que aprietes con calma, que revises que las cazoletas y los rodamientos entran rectos y que cuando sientas el tope de los mismos, pares de apretar. Lo mismo para los rodamientos del sistema de suspensión. Extráelos e introduce los nuevos, con las herramientas adecuadas. Y si no las tienes en casa, o invierte en unas de calidad, o lleva tu bici a un taller especializado, donde tienen experiencia de sobra para solucionarlo.
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No cambies el diámetro de rueda…
Puede que hoy en día a nadie se le ocurra cambiar el diámetro de rueda si el cuadro no está preparado para ello, pero para los que pasamos de las 26” a las 27.5” hace unos cuantos años, es algo que se nos pasó por la cabeza. De no ser que tu cuadro esté preparada para ambas medidas de 29” y 27.5” o 29” y 27.5”+, olvídate de montar ruedas de un diámetro que no corresponde. Un diámetro mayor de rueda, puede ocasionar que el neumático toque en el puente de la horquilla en compresión, bloqueando por completo la rueda delantera… Ya sabéis lo que eso significa.
Una rueda más grande de la correcta en el triangulo trasero de tu bici, puede hacer que la misma toque con el cuadro en compresión, llegando a bloquear la rueda por completo o incluso pudiendo hacer demasiada palanca en los links de la suspensión, llegando a romperlos.
El recorrido adecuado de tus suspensiones
Si el fabricante te dice que tu bici está preparada para horquillas de hasta 150mm, pues ese es el recorrido máximo. ¿Qué pasa si le pones más? Pues que además de variar la geometría notablemente, un mayor recorrido puede ocasionar una palanca muy grande en recepciones de saltos y puede llegar a romper el tubo de dirección del cuadro. No es la primera vez que vemos bicis con el tubo de dirección abierto por el medio… Además de romper el cuadro, puedes tener un accidente grave y en la mayoría de las ocasiones, la garantía del cuadro de la bici no te cubrirá este tipo de acciones.
En el caso del amortiguador, si varías la carrera del mismo, puedes conseguir sin querer, que el triangulo trasero se comprima tanto, que no solo la rueda toque el cuadro (triangulo delantero) si no que los propios links de la trasera pueden estar tan forzados que lleguen a romperse. Si quieres modificar recorridos, siempre, pregunta primero al fabricante.
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Los portabicis de techo y los parkings
Esta forma de arruinar tu cuadro, tu bici, tu coche e incluso la puerta del parking, es una de las más habituales y totalmente evitable si sigues los consejos que te hemos dado en alguna ocasión en MTBpro. No olvides comprobar la altura total del coche con las bicis en el techo, así como tomar la precaución de montar y desmontar la bici del techo después de salir del garaje y antes de entrar (de no ser que tengas espacio de sobra).
Tampoco olvides asegurar las bicis bien en el techo, con las cintas y correas adecuadas, ya que, en alta velocidad, estas pueden vibrar mucho y si no están aseguradas bien a la baca, pueden caerse. Este consejo también va para los que lleváis las bicis en la bola del remolque. Ojo con el ancho, no sobrepase lo permitido por ley, y ojo también con los tubos de escape, que son propensos a calentar demasiado el carbono de las llantas o incluso el del cuadro.
Otras formas de arruinar tu preciado cuadro
Hay otras muchas formas de dañar el cuadro de tu bici, que, aunque no llegue a romperse, siempre es desagradable encontrarse con ello. Ten cuidado con los productos de limpieza muy agresivos, ya que pueden dañar la pintura del cuadro o incluso alguno de los componentes. Y si quieres cuidar la pintura, transporta la bici bien protegida si la llevas con más bicis en el coche o la furgoneta y que estas no se muevan y puedan dañar las otras. Lo mismo si vais un montón de colegas en bici y al parar en cualquier sitio, comenzáis a poner una bici apoyada sobre la otra en una pared. Se suelen caer y arañar todo lo que se encuentran en el camino.
La última de la lista, va para los que os queréis meter a pintores para renovar la estética de vuestra bici y decapante en mano y con un buen rollo de papel de lija, os ponéis a retirar la pintura. Si no lo habéis hecho anteriormente, mucho cuidado con el uso de abrasivos para eliminar la pintura, así como mucho cuidado con la lija, que, sin quererlo, además de pintura, puedes estar quitando alguna capa que otra de carbono. Sabemos que pintar la bici de nuevo no es del todo económico, pero conviene que lo hagan los profesionales que saben como eliminar la pintura de la manera adecuada.
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