En portabicis de bola o de techo, dentro... cómo evitar las multas y los daños en el coche al llevar la MTB
El hecho de cargar la bicicleta en el coche en busca de la montaña y sus caminos es algo habitual entre los bikers, especialmente los fines de semana. Para ello existen múltiples sistemas y accesorios de carga que nos facilitan la vida, como los portabicis. Sin embargo, también existe una reglamentación de la DGT para hacerlo con seguridad (para nosotros y los otros vehículos) que debemos cumplir si no queremos arriesgarnos a ser multados.
Además, cada método de transporte de la bicicleta en el coche tiene unas ventajas y unos inconvenientes que, muchas veces, no valoramos lo suficiente a la hora de decantarnos por uno u otro. Estos son: dentro del propio coche desmontada o a medio desmontar, con los portabicis de techo, los de la bola de remolque o los de portón.
Pero antes de ver cada uno de ellos con detenimiento, hay un consejo muy importante que debes tener en cuenta. Si lo sigues, estarás haciendo las cosas correctamente (o lo mejor posible) y evitarás que te multen: Siempre debes pensar en términos de máxima seguridad y prevención. Si hay algo que pueda suponer un peligro, no lo hagas o no lo dejes sin asegurar.
Una opción bastante habitual: la MTB dentro del coche
Llegas, abres el maletero, abates los asientos… y empieza “el tetris”. En la mayoría de los coches y con bicis de 29” hay que desmontar, como mínimo, la rueda delantera. Eso si no hay que quitar también la trasera o el sillín.
Es cierto que es el sistema más habitual porque en definitiva, una vez que le tienes pillado el tranquillo, es rápido y económico. No hace falta comprar ni montar nada, ni mucho menos homologar una bola de remolque. Además, no alteras el coeficiente aerodinámico del coche, por lo que no consume ni una gota más de combustible. Tampoco sufrimos ruidos aerodinámicos y encima es la forma en la que la bicicleta queda menos expuesta a miradas indiscretas.
Te puede interesar: En coche o en avión: Así puedes transportar tu e-bike
Sin embargo no todo son ventajas. Al proceso de desmontar el coche y la bicicleta, reduciendo sensiblemente el espacio de carga disponible para otros pasajeros y equipaje, se le añaden factores a tener en cuenta para evitar ser multados. De hecho, la DGT recomienda el uso de cualquier otro sistema portabicicletas a llevarla dentro del coche por el peligro de que, en caso de accidente, pueda salir despedida y alcanzar a los ocupantes del coche.
Por eso la norma dice que hay que fijarla bien de forma que no se mueva bajo ningún concepto. Y así con todos los elementos que se queden como “carga libre” (rueda, sillín, bolsa con el casco, equipaje, etc.). En definitiva, cualquier cosa que pueda alcanzar los asientos delanteros en caso de accidente, frenazo, bache…
Evidentemente, cualquier carga que llevemos dentro del coche no puede entorpecer la visión y los movimientos del conductor, así que mucho cuidado con llevar el manillar (o cualquier otra carga como esquís o muebles desmontados) entre los asientos. La multa por llevar mal la carga dentro del coche puede ser de más de 100 € dependiendo de cómo se valore la negligencia cometida.
Además, como último apunte, imagina esta situación: la ruta ha discurrido por un barrizal o en un día de lluvia. Cuando acabas, llegas al coche hasta las cejas de barro y tierra, no ves ni la marca de la bicicleta en el cuadro. Y no hay ningún sitio cerca donde lavar la bicicleta… Si nuestro sistema de transporte es dentro del coche, lo acabaremos poniendo perdido, además del mal olor que deja el barro húmedo en un vehículo cerrado.
Te puede interesar: Cómo arruinar tu bici en 10 minutos… ¡al limpiarla!
Portabicis de techo, ventajas e inconvenientes
La siguiente opción, también bastante habitual, es la de utilizar portabicicletas de techo. En este caso necesitaremos unos anclajes específicos para nuestro coche, las barras y el portabicis, por lo que sí requiere de cierta inversión inicial. Aunque posiblemente nos sirva todo, salvo los anclajes, si cambiamos de vehículo, por lo que se amortizan relativamente fácil.
En la mayoría de ellos no hace falta desmontar nada de la bicicleta ni para subirla ni para bajarla, por lo que apenas tardamos tiempo antes y después de montar. Además, es un procedimiento muy rápido y sencillo una vez hemos cogido práctica. También tiene la ventaja de que nos deja todo el interior del coche libre para llevar pasajeros y equipajes.
Por supuesto también tiene la ventaja de que no mancharemos el interior del coche aunque llueva o haya mucho barro. E incluso podremos llevar hasta tres bicicletas en un coche de tamaño normal, para ello, sólo con girar el manillar es suficiente.
Pero también tiene sus desventajas, como el mayor ruido que genera y el mayor consumo de combustible. Es, quizás, el sistema que más influya en estos dos aspectos, ya que se varía mucho el coeficiente aerodinámico del coche, llegando a suponer un aumento de combustible de hasta un 20-25% más.
También se aumenta, hasta un metro y medio en las bicicletas más grandes, la altura del vehículo, por lo que nos podemos olvidar de montar las bicicletas dentro de un parking o de entrar y salir de ellos o pasar por zonas con gálibo, así que hay que estar muy atentos si, por ejemplo, llegamos a peajes.
Una vez terminemos el transporte de las bicicletas es recomendable quitar los portabicis y las barras, y no dejarlos puestos en el coche “ya que vamos a usarlos dentro de nada”. Aunque no vayan cargados, siguen generando un mayor ruido y consumo. Tampoco podemos olvidarnos de revisar los anclajes, tanto de las barras y el porta, por mucho que lo usemos. Si llevamos un tiempo sin revisar los tornillos, seguro que nos llevaremos una sorpresa desagradable cuando lo hagamos, ya que las vibraciones constantes hacen que se aflojen poco a poco.
Este sistema tiene otros aspectos que debemos valorar y tener en cuenta. El primero es que de nada sirve tener un portabicis muy caro en unas barras de menor calidad. En realidad es la baca la que recibe las tensiones generadas por el movimiento y las vibraciones de la bicicleta al ir expuesta al aire. La mayor parte de los accidentes vienen provocados por un error al fijar la bicicleta o por unas barras de peor calidad que han acabado rompiéndose o soltándose de sus fijaciones. Así que, si vamos a llevar nuestra bicicleta de varios miles de euros, mejor no arriesgar comprando unas barras, anclajes y portabicis de menor calidad.
También hay que tener en cuenta las limitaciones de peso del sistema, especialmente si queremos llevar una e-bike o una bicicleta de DH de las antiguas. La mayor parte de los portabicis de techo cuentan con una limitación de peso entre 15 y 20 kg, lo que dejaría fuera a un buen número de estas bicicletas.
Por último, debemos tener en cuenta que con este sistema las bicicletas están completamente visibles y al alcance de miradas y manos indiscretas, y aunque cualquier portabicis de gama apropiada incluye candados y protecciones, no es recomendable dejarlas sin vigilancia. También debemos pensar que irán más expuestas a las inclemencias meteorológicas durante el trayecto (lluvia, viento, sol, etc.).
Te puede interesar: 7 consejos para llevar correctamente tu MTB en el portabicis
Llevando la bici detrás del coche: portabicis de bola y de portón
Los portabicis de bola o los de portón nos permiten llevar la bicicleta detrás del coche. En los de bola el propio porta va anclado a la bola de remolque… y aunque al principio eran más aparatosos, hoy en día son abatibles dejando paso, más o menos accesible, al maletero sin necesidad de tocar las bicicletas. Los de portón de gama alta también, aunque como veremos más adelante requieren de un mayor cuidado.
Estos dos son los sistemas más caros, ya que el de bola nos obliga a instalar y homologar una de éstas, con un precio que suele superar los 400 € al que hay que añadir el coste del propio portabicis en sí y otros añadidos que requieren, como una placa de matrícula extra o la placa V20. No obstante, si transportamos asiduamente bicicletas, es el sistema más recomendable, ya que sus ventajas hacen que merezca la pena.
Los portabicis de portón se denominan así ya que se fijan al portón trasero o al maletero del coche con un sistema de correas. La mayor parte de ellos, al menos los de buena calidad, sí que permiten abrir el maletero con el sistema montado, aunque hay que tener mucho cuidado ya que tenemos que contar con el peso extra que supone todo el sistema y las bicicletas. Nunca debemos dejar de sujetar la puerta ya que muchas bisagras pueden no llegar a sostenerlo y romperse o cerrársenos encima.
En ambos sistemas, el aumento de consumo, aunque sí que se produce, no es tan disparado como si las llevamos en el techo. Nos quitamos ruidos aerodinámicos y las bicicletas van más protegidas del aire y la velocidad. La mayor parte de ellos nos permiten cargar hasta tres bicicletas simplemente girando el manillar. Y también tenemos todo el interior del coche libre para llevar más carga y pasajeros.
Al utilizar estos portabicis tenemos que vigilar que las bicicletas no sobresalgan de la planta frontal/trasera del vehículo y que no impidan la visión por los retrovisores laterales, por lo que debemos tener especial cuidado con las bicis de tallas superiores. Tampoco pueden tapar la matrícula y luces del coche, y en caso de así hacerlo hay que contar un sistema auxiliar. Estos portabicis, al sobrepasar la planta general del vehículo, nos obligan a llevar una placa V20, y en caso de que sobresalga de la planta trasera (pero nunca de los retrovisores) dos en forma de V. Las multas por no llevar la señalización V20 empiezan en 80 € (el coste de la placa es de unos 25 € de media).
Aunque las bicicletas van más protegidas del aire, al ir en la parte trasera del coche están más expuestas a los humos de nuestro tubo de escape, al barro y agua que puede saltar del coche en caso de lluvia (o polvo o cualquier suciedad que haya en la carretera) y también a recibir un alcance de otro vehículo en caso de colisión. Este es un factor importante que nos sirve para recordar que debemos señalizarlas bien. Como ventaja tenemos que podemos meternos en una zona de lavado y limpiar todo con la manguera (coche y bicicletas) sin necesidad de desmontar nada.
Te puede interesar: Guía Básica de mantenimiento de tu MTB
No hay que descartar la opción de una furgoneta para cargar bicis
Cada uno de los sistemas que hemos visto tiene sus ventajas e inconvenientes. Hay que ser cuidadosos a la hora de llevar nuestra bici en el coche, revisar bien los anclajes y sistemas de fijación y señalización para evitar multas y disgustos. La seguridad ha de ser la principal prioridad y por ello debemos pensar siempre en cuál es la forma más segura de llevar la bici. Pero hay otra opción en la que podemos pensar.
Si hacemos trayectos cargados con la bicicleta de muchos kilómetros, de hecho si usamos el coche principalmente para este tipo de viajes, una furgoneta podría ser nuestra gran aliada, especialmente si el resto de los trayectos los hacemos andando, en bicicleta o con cualquier otro medio de transporte.
Incluso no tiene por qué ser un modelo de los más grandes con la caja separada de la zona de conducción, simplemente con una con una plataforma derivada de un turismo tengamos más que suficiente. Con que nos permita llevar las bicicletas en su interior sin desmontar nada y con anclajes para sujetarlas con cintas o eslingas nos vale. O separando los asientos de la carga con una red o barras de protección.
Los modelos más ajustados de tamaño apenas consumen mucho más que si llevamos las bicicletas con barras y portabicis de techo y nos permiten un mejor transporte de las mismas y una mayor polivalencia.
¿Quieres estar al tanto de todas las novedades de MTBpro?
Suscribete a nuestro newsletter para no perderte el mejor contenido relevante, novedades, opinión, podcast, etc.