¿Tiene sentido comprar una e-bike con batería externa?

Las e-bikes actuales buscan una integración absoluta de elementos como la batería, que se “esconde” en el tubo diagonal. No obstante, todavía quedan algunos modelos de batería externa. Nos preguntamos ¿tiene sentido apostar por ellos?
¿Tiene sentido comprar una e-bike con batería externa?
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autor mtbpro J. Daniel Hernández
autor de las fotos Archivo

fecha30/04/2020


Hoy en día la tendencia habitual en las e-bikes, y realmente en casi todos los aspectos del ciclismo, es hacia la integración absoluta de los elementos. Esto, por supuesto, incluye la batería, que ha encontrado acomodo en el interior del tubo diagonal de la mayor parte de las e-bikes de nueva generación.

Sin embargo, hay marcas o modelos que se resisten a ello y mantienen un esquema con la batería alojada fuera del tubo diagonal. Viendo la tendencia actual nos preguntamos ¿esto tiene sentido?

(Sigue el artículo ↓)

Evidentemente no podemos referirnos a bicicletas urbanas, en las que la ubicación de la batería en un portabultos sobre la rueda trasera puede estar sujeta a una mayor facilidad para su carga o manipulación (seguramente no todo el mundo pueda subir una bicicleta a un piso en una gran ciudad). En ellas también hay que tener en cuenta que no se necesita jugar con el peso y el centro de gravedad de la bici para saltos y superar obstáculos.

Tampoco nos referimos a quien pueda tener un modelo de hace unos años con esta configuración, sino a comprar nueva una e-bike de MTB (o e-MTB) con la batería externa.

Cuando hay que desmontar la batería de la ebike con frecuencia

Una razón podría ser si queremos una e-bike es para hacer rutas de muy larga duración y kilometraje, en las que agotaremos, sí o sí, la batería y tendremos que cambiarla. Es cierto que la mayor parte de las baterías internas se pueden cambiar de forma fácil, bien por extracción lateral o por la parte inferior. Pero también es cierto que con una batería externa es mucho más sencillo. Por otro lado, la tendencia a baterías de más de 500 wh hace que sean pocas las ocasiones en las que nos vayamos a quedar “tirados” sin electricidad.

E-bikes de batería externa ¿tienen sentido?

Aunque la necesidad de anclajes sigue obligando a que el tubo diagonal esté mucho más reforzado y dimensionado que en una bicicleta convencional, no lo es tanto (o al menos no existe esa obligación) como en las e-bikes que sí que llevan la batería interna.

Baterías integradas: Más protección, mejor comportamiento

Ahora bien, las ventajas de una batería interna son innegables. Está más protegida de golpes y de la acción de los elementos, estéticamente le da un mejor aire a la bicicleta; y si tenemos en cuenta que sus dimensiones se están optimizando a pasos agigantados, pues todavía más.

Por otro lado, la batería interna también influye a la hora de repartir los pesos ya que en muchos diseños permite “bajarla” y colocarla más cerca del pedalier y el motor. Y esto, sin duda, es un avance que hemos podido ver y sentir en los últimos modelos de ebikes con batería integrada.

Baterías externas: mejor refrigeración y más económicas

Las baterías exteriores tienen una ventaja de refrigeración respecto a las que van en el interior de los cuadros. Esto ha obligado a las marcas a incorporar aperturas de ventilación y sistemas que permitan refrigerar el interior del cuadro, algo que se ha conseguido de forma generalizada en los últimos modelos aparecidos, pero quizá no tanto en los primeros que salieron con la batería integrada.

Detalle de unas entradas para ventilar la batería de una e-bike

Batería externa vs. batería interna

Hay otro detalle que juega a favor de la batería externa, y es que son más baratas que las específicas de cada marca si tenemos que comprar una de repuesto. También son intercambiables entre si, lo que nos da más juego en las rutas si un amigo tiene el mismo modelo (BOSCH, Shimano… que nosotros).

En su contra está que no han evolucionado mucho en los últimos años, no han aumentado su capacidad y lo máximo que encontramos son las de 500 wh. También que en caso de impacto o caída cualquier la batería puede resultar dañada.

Las bicis con baterías integradas también permiten la instalación de un portabidón, algo importante en salidas cortas de verano en la que te puedes ahorrar la mochila o la riñonera. Otro aspecto igual de importante es que también permiten la instalación de soportes para albergar una batería extra y doblar la autonomía, algo imposible si la batería es exterior. Y que permiten el guiado interno de todo el cableado de la bici con lo que se gana en estética y limpieza de líneas.

E-bikes de batería externa ¿tienen sentido?

¿De verdad se sacan tanto las baterías de las ebikes?

En muchos casos el usuario jamás sacará la batería de su posición, ya que puede cargarla directamente en la bicicleta (en caso de los garajes privados, trasteros con puntos de luz, etc.). O sus rutas nunca alcanzan una distancia que exija cambiarla en mitad de la misma. Y aun así, en ese caso la mayoría cuenta con un sistema de fácil extracción, simplemente tendremos que tener un poco de cuidado al hacerlo para evitar la entrada de agua o suciedad al compartimento o dañar algún componente de la bicicleta si tenemos que darla la vuelta. En estos casos siempre será mejor una batería interna.

Es cierto que para rutas de larga distancia hay marcas que están desarrollando baterías de mayor capacidad, como BH y su batería de 720 Wh (700 Wh en la Specialized Turbo Levo o 625 Wh en las que usan la última generación de Bosch como la SCOTT Genius, Trek Rail o las Cannondale Moterra y Habit Neo) o sistemas como el “range extender” de la Specialized Turbo Levo SL o la batería extra de 250 Wh de las Giant, que van enganchados al portabidón y ofrecen un plus de carga. Aunque es cierto que la Turbo Levo SL es un concepto de bicicleta diferente similar al que en Lapierre han denominado Hybrid Bike. Cualquiera de estas opciones o accesorios juegan a favor de las baterías internas, ya que es muy complicado que nos quedemos sin carga durante una ruta.

Conclusión: batería externa en casos muy concretos

Una bici con batería externa sí que puede ser interesante en caso de que eso suponga un precio ventajoso que permita que un ciclista pueda acceder a una ebike a un precio más económico. Es una gran opción para crear bicis de “primer precio” en el segmento de eMTB. Además, estas bicis pueden ser perfectas para empresas de alquiler o empresas que necesitan una flota amplia y además, por su actividad, necesitan estar cargando y cambiando baterías de forma muy habitual.

Para el resto de casos, siempre que hablamos de apostar por la compra de una e-bike nueva, será mejor hacerlo por una de batería integrada. Su mejor estética, su mayor protección y el reparto de pesos y definición de la geometría son grandes ventajas. Es una tendencia de mercado absolutamente lógica.

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